Opales VS Mognos

Quiero aportar algunos puntos de vista apoyados, sobre todo, por mi experiencia personal con los mognos, a los que estoy observando desde hace años en algunas de mis visitas al hemisferio sur y por fotografías que ayudan a comprender el comportamiento de la que seguramente será la próxima mutación de canarios de color reconocida por la OMJ/COM durante la celebración del Mundial de la COM en el próximo Enero de 2017 en España (Almería) y que nos sirva de referencia para saber a qué atenernos en éste ámbito.

En canaricultura de color frecuentemente nos enfrascamos en discusiones vehementes sobre cómo tiene que ser una mutación u otra y pocas veces aportamos datos técnicos, comparativas o estudios profundos que fundamenten nuestro parecer y den solidez a nuestros argumentos.

La mutación opal, por muchísimos años exenta de polémica en cuanto a sus características técnicas, está hoy en el ojo del huracán, debido a la aparición de los denominados opales brasileños, ébanos, quarzos, o más recientemente MOGNOS.

Desde hace unos años estamos viendo como poco a poco han ido apareciendo algunos opales que se caracterizan a simple vista por una mayor oxidación eumelánica, pérdida de opalescencia y cambio del color de la eumelanina, sobre todo en brunos, que pasa del bruno grisáceo azulado del que habla el estándar al marrón diluido o beige. Canarios que no se ajustan al modelo de perfección aprobado por la OMJ, ni a los distintos criterios de enjuiciamientos de los colegios de jueces del hemisferio norte.

Así y todo, estos canarios precozmente importados desde el hemisferio sur, muy frecuentemente resultan ser premiados en competición por algunos jueces que justifican su actuación con la socorrida frase de: “según mi parecer, son los mejores”. No voy a entrar a valorar los posibles intereses que pudiera haber detrás de estos comportamientos porque no hace a la finalidad de este artículo eminentemente técnico, así que nos centraremos en lo que dice el estándar y las diferencias que presentan estos nuevos canarios contrastados con el texto del modelo aprobado para nuestro opal de toda la vida.

Sólo aclarar que la Orden Mundial de Jueces (OMJ) ha entendido que las diferencias son tan sustanciales que en el mundial celebrado en Bari en Enero de 2014, determinó que todo opal de la serie que fuera, que no presentara opalescencia, fuera clasificado como NO ENJUICIABLE, y seguramente motivados por el gran número de ejemplares que finalmente resultaron no enjuiciados, tomaron la decisión de que, a partir del mundial de Holanda, comenzaran el ciclo de reconocimiento necesario para ser declarados nueva mutación.

“La opalescencia y la inversión melánica, son o deberían ser, la marca de la casa en todos los casos que hablemos del canario opal”

Es de público conocimiento que ésta mutación de la mano de los brasileños, reclamada oficialmente como suya y habiendo solicitado su reconocimiento a nivel mundial, pasó el preceptivo reconocimiento en los mundiales de Holanda 2015, Portugal 2016 y se presentará al tercer y definitivo reconocimiento, si supera la prueba en España 2017.

La mutación opal no reduce ni diluye las melaninas, simplemente cambia la estructura de la pluma, haciéndola más fina y quebradiza debido a la desigual distribución de los depósitos melánicos sobre la pluma, dejando entonces pasar mayor cantidad de luz lo que produce ese típico efecto de opalescencia, efecto que da origen al nombre por su semejanza con el color de la piedra ópalo. Además se produce un fenómeno de inversión melánica ya que la eumelanina se deposita en mayor cantidad en el revés de la pluma, lo que produce un efecto de dilución del color. La acción de la luz sobre el mismo produce los reflejos grises azulados en los negros y brunos grisáceos azulados en los brunos.

Bruno mogno y bruno Opal
Imagen 1 – Bruno Mogno (izquierda) y Bruno Opal (derecha).
Fotografías: D. Miguel Penzo (izquierda) y D. Alcide Evangelista (derecha).

¿Qué ocurre entonces con los mognos?

El tipo de selección que en Sudamérica se hace de los canarios negros y brunos es casi exclusivamente por la mayor concentración de melaninas y eumelaninas y el ancho del diseño, dejando de lado o restándole importancia a otros apartados como oxidación de partes córneas, flancos, marcaciones, categoría, forma, talla, lipocromo, etc. lo que da como resultado unos canarios fuertemente oxidados.

Estos canarios utilizados para reforzar la carga melánica de los opales han dado como resultado unos canarios muy oxidados, es decir con una fuerte melanización y alteración en la ubicación de la melaninas, dejándola depositada en un punto intermedio de la pluma, notando la inversión melánica casi exclusivamente en el raquis de la pluma.
La acumulación de la melanina provoca entonces un oscurecimiento del tono, pérdida de inversión melánica al depositarse mayor cantidad de melanina en el frente de la pluma y en consecuencia pérdida de la opalescencia que define a la mutación tal como la conocemos en el hemisferio norte.

Por lo tanto, si nos atenemos a los criterios, hoy de moda, consistentes en premiar todas las mutaciones por la máxima expresión melánica sin tener en cuenta otras características de la mutación, podríamos decir que el Mogno es una evolución natural de la mutación opal mediante selección y no deberíamos más que cambiar los conceptos del modelo de perfección vigente, dicho de otro modo, actualizar el estándar al gusto de criadores y jueces que defienden esta selección.

Pero si consideramos que el cambio del tono y color de la melanina es una falta de expresión de la mutación, perdiendo su principal característica como es la opalescencia, podríamos estar de acuerdo en considerar a los mognos como una nueva mutación. El criterio de los defensores de la evolución natural es que antes que un opal el canario es negro o bruno, y el criterio de los defensores de una nueva mutación es que hay que respetar por sobre el tipo de base, las características que definen a la mutación en sí misma.

Brunos oxidados
Imagen 2 – Canarios de las series brunas y negras fuertemente oxidados y utilizados para seleccionar los actuales mognos. Fotografía: D. Gastón Abate.

Como sea, la realidad es que estos canarios muy pronto serán reconocidos a nivel mundial, que tendrán su propio grupo de competición en la sección D de canarios de color, y mientras tanto, muchos criadores se han dedicado a cruzar opales con mognos a fin de mejorar sus líneas de opales obteniendo ejemplares intermedios, que no son ni una cosa ni otra y que será una difícil tarea para los jueces actuantes, determinar si pertenecen a un grupo u otro. Convencido como estoy que será imposible por lo menos los primeros años que los jueces utilicen un criterio único a la hora de calificar a unos y otros, esperemos que los criadores sean serios y se dediquen a criar una gama u otra y que podamos seguir disfrutando de muchos años más de la singular belleza de los canarios opales de siempre.

En el hemisferio sur se abre ahora la posibilidad de importar de Europa los opales con la selección de siempre ya que si su canario ópalo es reconocido por la COM como Mogno, deberían ahora cambiar el nomenclador de canarios de color, juzgar a sus ópalos como Mognos y dejar abierta la posibilidad de que los aficionados críen y presenten a concurso el opal tal como está definido en los estándares de Europa. De no hacerlo estaríamos ante un verdadero despropósito.

Bruno Opal Rojo Mosaico
Imagen 3 – Bruno Opal Rojo Mosaico, según lo define el estándar OMJ-COM. Fotografía: D. Fernando Zamora.

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